sábado, 20 de junio de 2009

Carta abierta a García Herrero

Estimado señor García Herrero, recuerdo que, hace algún tiempo, usted comparaba la política con el fútbol, aludiendo a sus tiempos pasados como deportista “de élite”, pues bien, hablemos de fútbol…

Está usted jugando un partido muy importante y se le supone como la estrella indiscutible de su equipo, el de PP-PRC. Es usted el hombre clave, el crack, sin embargo, últimamente, hay algún otro jugador, alguno de los veteranos que le está haciendo sombra en el vestuario, un tal Velasco.

El partido se juega en un campo amplio, el campo de Santa Cruz de Bezana, y parece que usted no se siente como si jugara en casa, parece que el campo le impone, que tiene usted que demostrar por qué es usted quien es, y así transcurre el partido…

Usted, queriendo demostrar cuanto peso tiene en el equipo y que es el referente, ha decidido coger el balón (también llamado plan E), para hacer una de sus jugadas en solitario (véase las obras de la Plaza Margarita), ha pecado usted de chupón, pero no se ha dado cuenta de que la jugada está invalidada y el árbitro (la población de Bezana) le ha anulado el gol, mostrando abiertamente su descontento por cómo se ha llevado a cabo la jugada. Usted, lejos de reconocer su error, se ha encarado con el árbitro quién le ha sacado la primera tarjeta amarilla.

Parece que el equipo contrario, el de la oposición, ha descubierto un filón en su defensa, entrando por medio de los dos centrales, los del PRC, que no le cubren correctamente las espaldas y le han permitido que les hagan un gol, han descubierto una fisura más que importante (aunque usted diga lo contrario), que se ha demostrado en una votación sin importancia, la de la relación de puestos de trabajo, perdiendo usted y sus escuderos la votación.

Usted comienza a perder los nervios y comienza a hacer faltas innecesarias, concretamente, comienza a soltar bulos, verdades a medias y otras referencias infundadas, como que perder la votación ha sido debido a la libertad de la que gozan los partidos, o que sólo se le han opuesto 4 concejales, etc. etc. en una situación donde el sr. Velasco ha demostrado tener más galones que usted y ser capaz de saltarse la disciplina de partido y, además, arrastrar consigo al socio en el equipo de gobierno. El árbitro le advierte que esto no puede seguir así.

Nueva jugada en la que un contrario, Pablo Zuloaga, le hace un magnífico regate y lo deja atrás, como fue el comunicado que le hizo a usted tanto daño y del que se está preocupando de intentar minimizar, y usted le hace una fuerte entrada por detrás (como es calificarlo de “niño caprichoso con pataletas”) que, aunque no llega a tocarle, es merecedora de tarjeta amarilla. El árbitro se está pensando si sacarle la segunda tarjeta y mandarle a las duchas antes de tiempo, momento en el que ahora nos encontramos, quién sabe si abandonará usted el terreno de juego antes de lo previsto…

Pero usted no se preocupe, el fútbol es así…

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